Nace una estrella

Calificación: 9.0

Dentro de los últimos meses el nombre de Lady Gaga se ha convertido en un fenómeno, pero, contrario a lo que estamos acostumbrados, alejada de todo el folclor y extravagancia que la caracteriza, Gaga se ha mostrado de una forma más sencilla y natural en la cinta Nace una estrella, la que protagoniza junto al director de la misma, Bradley Cooper.

La trama nos cuenta la historia de Ally, una compositora que ha puesto en pausa sus sueños debido al rechazo de gente de la industria musical por su aspecto físico; no es hasta que conoce a Jackson, un veterano músico con problemas con la bebida, que la carrera de Ally despega a costa de muchas cosas que la hacían única.

Esta película, debo admitir, me tomó mucho tiempo procesarla, a pesar de que la historia es bastante simple, el trasfondo es un tanto delicado y requiere ponerle especial atención; por una parte está el personaje de Ally, Lady Gaga sin duda lo hace muy bien, aunque no estoy tan segura de que esté a la altura de un Oscar, al menos no todavía, pero lo que sí es que el personaje le ha quedado a la medida, incluso en algunas partes parecería más una película basada en la diva pop ya que la historia tiene demasiadas coincidencias con su vida, en cuanto a lo musical al menos, pero no deja de ser interesante de ver. Eso sí, hay algo que debo dejar muy claro y es uno de mis desacuerdos con el filme, ya que, si bien la primera mitad de este se centra en mostrar la autenticidad de Ally, en la segunda mitad esto desaparece totalmente; sí, en parte es porque la trama así lo requiere por cuestiones un tanto realistas de cómo se manejan las cosas en el mundo del espectáculo, pero en algún momento se pudo haber vuelto al esquema inicial, porque se supone que eso es lo relevante de la cinta, si no me equivoco, por lo que me hubiera gustado verla empoderada y rompiendo esquemas como toda una triunfadora.

Y bueno, por otro lado se encuentra Jackson Maine; ¿qué se puede decir? La verdad es que cuando Bradley Cooper decidió involucrarse en este proyecto dirigiendo, produciendo, escribiendo y actuando al mismo tiempo se tomó muy en serio su trabajo y entregó un producto de calidad que rompió uno que otro corazón; Jack es esa clase de persona a la que la fama no le ha caído muy bien, gracias a que es absorbido por esta, su vida se convierte en un constante hoyo negro que parece no tener fondo, y, lamentablemente, esta es la situación de muchas personas, sobre todo de quienes trabajan en el medio, porque aunque sean reconocidos a nivel mundial y ganen millonadas, hay una cuestión a la que no muchos le ponen atención y que de echo es un error muy común que todos hemos llegado a cometer al menos en una ocasión, el deshumanizar al artista.

Sí, esa persona sale en la tele y canta maravilloso, pero es un ser humano que requiere amor y cuidados, la cuestión emocional nos afecta a todos y necesitamos rodearnos de las personas correctas así como saber pedir ayuda.

Bradley, en esta ocasión, rebasa por mucho a la protagonista, entregando una actuación desgarradora y completa que bien podría darle el premio de la academia, su interpretación, sin duda, es una de las mejores de su carrera y a esto hay que sumarle el peso del personaje que, a mi gusto, tiene mucha más relevancia que el de Gaga. La estrella naciente, en esta ocasión, no es tan importante como la que agoniza.

En cuanto a cuestión de estética, me parece maravilloso que ambos personajes tuvieran un aspecto más natural, que ella accediera a aparecer sin maquillaje es la cereza del pastel, así como el echo de que Jackson rompiera con el estereotipo del sujeto ebrio que sigue pareciendo estrella de cine; un aplauso para esta producción que promete ser una de las grandes ganadoras el próximo 24 de febrero.