La forma del agua
- J e s s

- 23 ago 2019
- 3 Min. de lectura
Calificación: 9.0

Si tuvieran que definir el amor con una sola palabra, ¿cuál ocuparían? Muchos utilizan afinidad, comprensión, compromiso, entre otras, para referirse a este fenómeno tan complejo y distinto para cada individuo, sin embargo, Guillermo del Toro no se anda con rodeos en La forma del agua, la manera en la que retrata al amor en esta cinta esexcepcional y, sobre todo, bella. Una obra de arte.
Pero, ¿de qué va la trama? Elisa, una joven muda que trabaja en el área de intendencia de un laboratorio secreto del gobierno, ha laborado ahí durante años, sabiendo que hay cosas extrañas en el lugar, pero sin inmiscuirse demasiado, hasta que el coronel Strickland llega al laboratorio junto a una criatura que despierta la curiosidad de la muchacha. Poco a poco Elisa se adentra en el mundo de dicha criatura y comienza a enamorarse de ella, porque, el vínculo que se forma entre ellos es tanto insólito como puro, justo como debe ser siempre el amor.
Si tuviera que describir esta película con una sola palabra, sería sutil, en su narración, los personajes, la fotografía, la música, todo, es simplemente fascinante; la forma en que el director tapatío ha mostrado a los que ha definido como "sus monstruos" a lo largo de su trayectoria es notable, su sello puede verse desde los créditos de inicio, pero me atrevo a decir que esta es una historia completamente diferente a lo que nos hemos acostumbrado a ver de él, ya que en esta ocación Del Toro no solo nos muestra a sus monstruos sino que también expone la forma en que ha hecho las paces con estos, es gracias a eso que todo funciona a la perfección y nos obsequia una historia poco convencional que te deja sin aliento.
Solo él puede convertir algo que muchos calificarían como un ser espeluznante en una belleza, sin embargo, concuerdo con que esta película no es para todo público, por varios factores, empezando por el hecho de que durante todo el filme no pude ignorar algunos comentarios de los espectadores sobre el anfibio, protagonista de la cinta, en el que lo clasificaban como "feo" y "de miedo", porque aparentemente no entendieron nada de la trama.
Y es que en esta historia lo que menos importa es la belleza exterior, esa que todo mundo se encarga de juzgar aunque todos tengamos diferencias por donde se nos mire, todo eso pasa a segundo plano cuando te das cuenta de quién puede ser en realidad un engendro, ¿son aquellos que lucen diferente o los que se encargan de molestar a otros por dichas "anormalidades"? Así es como la trama fluye de una forma tan natural que inmediatamente conectas con todos los personajes y eres consciente de que sus particularidades no hacen más que convertirlos en seres únicos y singulares.
Tanto así, que una de las líneas de Elisa se ha convertido en una de mis favoritas dentro del cine, "cuando me ve, él no sabe que tan incompleta estoy; él me ve como soy", ya me volví a enamorar.
Sinceramente, esta es una de las pocas películas que me ha dejado sin palabras, me costó mucho trabajo poder escribir una opinión que intentara englobar lo que este filme me hizo sentir y sin duda, a pesar de los pequeños detalles que sentí un tanto innecesarios, se ha convertido en una de mis favoritas, porque te deja los sentimientos a flor de piel; suspiros, llanto y un cosquilleo en el estómago pueden incluirse en los efectos secundarios.
Si hay algo que deba agregar, esta película está repleta de mensajes de todo tipo pero me quedo con el siguiente: Nuestras diferencias/particularidades/rarezas nos hacen fuertes, y únicos.









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