Hello Herman
- J e s s

- 26 sept 2019
- 2 Min. de lectura

En los últimos días se ha abierto un debate respecto al tema de supuesta glorificación del crimen en el cine y el cómo se acusa injustamente a la sociedad de crear antagonistas que generen caos y cometan actos que atenten contra la vida de otros solo por imitar estos roles.
Con la próxima llegada de Guasón a los cines de todo el mundo, no se pueden dejar de lado las duras críticas que la cinta ha recibido por "dar mal ejemplo", sin embargo, hay que recalcar que la cinematografía, además de entretenimiento, es un referente poderoso para los que disfrutan de este arte, pero no por eso significa que de pautas que le permitan a alguien ser agresivo, por el contrario, los cineastas se encargan de contar historias que nos hagan reflexionar sobre nuestro entorno, poner estas historias en relación con situaciones reales, o posibles futuros, que nos incumben como miembros de una sociedad, y ese es un proceso que nos corresponde a nosotros como público únicamente.
Ante esto, y como un claro ejemplo de lo que el cine debería lograr, está la película de 2013, Hello Herman, un filme independiente que causó controversia debido a la crudeza con la que se tratan temas como el bullying, el abandono y la violencia con armas de fuego.
La trama gira alrededor de Herman Howards, un joven de preparatoria que debe lidiar a diario con el hostigamiento por parte de sus compañeros, el rechazo de sus profesores, la humillación y la ausencia de su madre, quien le presta poca atención; cansado de esta situación, el muchacho decide cometer un tiroteo en su escuela para vengarse de aquellos que le hicieron daño durante muchos años, tras el evento, él es condenado a muerte, pero antes de que su sentencia se cumpla, pide hablar con Lax Morales, un periodista poco reconocido, a quien Herman contará su historia y los motivos que lo orillaron a cometer el crimen.
La historia resulta bastante fuerte desde un inicio por la premisa, sin embargo, demuestra de forma clara y concisa que, si bien alguien con malas intenciones no necesitará ni las razones ni las armas para lograr su cometido, existen cientos de situaciones que podríamos evitar con la empatía, sentimiento que se ha ido perdiendo con el paso de los años gracias a la tecnología y distanciamiento entre individuos; corregir las malas actitudes de los menores, recordarles la importancia del amor propio, así como la compasión y respeto por los demás, podría generar cambios considerables al reducir la hostilidad del entorno en nuestros niños, la creación de lazos afectivos es primordial para ayudar a quien tenemos al lado y estar pendientes de las inquietudes de los que nos rodean, solo así seremos capaces de resolver las diferencias para que cada vez haya menos cabida a la crueldad.









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