El jilguero

Calificación: 7.5

La pérdida siempre es difícil de llevar, no importa la edad o las circunstancias que te lleven a estar sin un ser querido, el proceso de duelo es complicado y muy tardado cuando no se decide soltar y avanzar a mejores lugares.

La vida es un ciclo que, aunque incomprensible, nos pone en el camino muchas experiencias que nos ayudan a crecer, esta es la idea que retoma la adaptación del best seller, El jilguero, cuya historia nos cuenta la vida de Theodore Decker, un jovencito que está presente durante un atentado en el museo metropolitano de Nueva York, en donde su madre pierde la vida.

A pesar de tener la esperanza de ser adoptado en una buena familia que lo procura, Teo tendrá que volver con su padre, quien es totalmente ausente y poco afectuoso con el muchacho, pero su mayor problema será mantener oculta la pintura de El Jilguero, y con ello, los secretos se volverán parte de una enorme bola de nieve que pronto lo alcance.

Esta cinta, a pesar de provenir de un libro muy aclamado, quedó como una adaptación mediocre a la pantalla grande al no tener un guion muy preciso, lo que dejó cientos de dudas al espectador y un sentimiento de vacío; pero claro, adaptar más de 700 hojas a poco más de 2 horas en el cine puede ser un problema difícil de resolver, sin embargo, a pesar de la baja crítica y casi nula recaudación en salas, El Jilguero cuenta con algunos aciertos que, al menos para aquellos que no han leído la novela, puedan significar encanto y entretenimiento suficiente para seguir la trama hasta el final.

La elección de elenco joven es magnífica, lo que sí es probable es que el encanto del ya conocido Finn Wolfhard pueda atrapar más miradas con un personaje alejado a lo que le hemos visto hacer en Stranger Thing e It, esto quizá reste algo de importancia al protagonista cuya trama se sujeta del personaje de Boris (Wolfhard); por otro lado, Ansel Elgort y Aneurin Barnard, quienes hagan la interpretación adulta, tienen una chispa de misterio que mantiene a flote la última tercera parte de la trama, pero que sin duda carece de cierta conexión por parte de ambos; es decir, están bien en sus personajes, pero la mezcla se vuelve un tanto caótica para mi gusto.

Hay que agregar que los constantes cambios de género en la historia pueden resultar algo confusos, pero al mismo tiempo otorgan un toquesito diferente a lo que hemos visto en los últimos años, aunque claro, se hubiera agradecido más profundización en los personajes principales y una interacción más cómoda entre sus componentes; diría que tendría el estilo de una obra de teatro que no termina por definirse y cuyos actores comienzan a conocerse, incluida Nicole Kidman. Yo habría agregado más ensayos y unos cortesitos más a la trama que se sienten sobrados y carentes de espíritu.